Desarrollo sostenible

Nogal

Nogal (Juglans regia L.)

¿Te suena la expresión que se utiliza cuando se presupone algo muy importante o llamativo y se comprueba que no es para tanto, “mucho ruido y pocas nueces”? Pues aquí tienes un ejemplar del árbol que las produce.

Intxaurraga, Intxaurrondo, Intxaurraldea, Insausti, son algunos de los topónimos y apellidos vascos que revelan la presencia del nogal en nuestra tierra desde antiguo. Aunque la comunidad científica no se pone de acuerdo sobre si es un árbol europeo o no, si se sabe que su expansión fue debida a los romanos que lo cultivaron fundamentalmente por sus frutos.

La cascara que se abre y deja al descubierto la nuez, tiene muchos taninos y de ella se obtiene la nogalina, un tinte que se utiliza como barniz para oscurecer y proteger la madera.

Precisamente la madera del nogal, muy apreciada por ebanistas, ha sido la materia prima de muchos de los retablos y coros de catedrales, así como piezas de lujo para salpicaderos de coches y culatas de escopeta.

Antiguamente, antes de que se pudieran conocer los principios activos de las plantas, se interpretaban sus propiedades curativas por el parecido que pudieran tener con algún órgano humano en concreto. ¿Por qué crees que se recomendaba el consumo de nueces para aliviar los dolores de cabeza?