Olivo (Olea europaea L.)
Si tuvieras que elegir un árbol asociado al paisaje mediterráneo, seguramente te decantarías por el olivo, que junto con la vid es uno de los cultivos que modelan ese paisaje de tierras secas y soleadas. En el País Vasco, la especie silvestre está protegida y catalogada como rara en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas.
Los romanos llamaban drupas a las aceitunas u olivas, y ese nombre es el que se utiliza actualmente para designar todo tipo de fruto carnoso con un hueso duro.
Es un árbol muy longevo cuya corteza se va agrietando y retorciendo con la edad, lo que lo hace muy apreciado en jardinería. Las flores no son llamativas, pero si eres alérgico al polen de gramíneas, seguramente reaccionarás de igual manera al polen del olivo, uno de los mayores causantes de alergias respiratorias.
Aunque los fenicios fueron los que introdujeron el olivo en la península, fue en la época romana cuando alcanzó su expansión, ya que utilizaron el olivo como arma pacífica para asentar la población en los terrenos conquistados.
El intercambio de ramas de olivo tras la batalla era el símbolo de paz que utilizaban griegos y romanos. ¿Recuerdas lo que representa la paloma dibujada por Picasso portando en su pico una ramita de olivo?