Peral de flor (Pyrus calleriana Decne.)
Te encuentras ante un peral, cuyos frutos no son aptos para el consumo humano, pero sí para las aves una vez que han madurado.
Suele utilizarse como árbol ornamental y de alineación en calles por su forma columnar cuando es joven, su resistencia a la contaminación y el interés de los colores que adopta a lo largo del año. En primavera cuando florece antes de que lo hagan sus hojas domina el color blanco frente al gris de su corteza, y en otoño los colores anaranjados y rojizos van tiñendo sus hojas antes de caer.
Si cuentas el número de pétalos que poseen sus flores verás que siempre son cinco, al igual que en manzanos, cerezos, arbustos como el endrino o plantas como la fresa por ejemplo y es que es una característica que comparten las flores de la familia de las rosáceas.
En el siglo XIX el botánico belga Joseph Decaisne lo describió por primera vez. Le puso el nombre en honor al misionero ítalo-francés Joseph-Marie Callery, que fue quien envió desde Asia los primeros ejemplares a Europa.