Roble pedunculado (Quercus robur L.)
El origen de la palabra Quercus proviene del celta y significa “árbol hermoso”. El carballo, además de un árbol majestuoso será quizá uno de los árboles con mayor carga simbólica en el País Vasco. El urretxuarra José María Iparragirre dedicó sus versos más populares al árbol de Gernika como símbolo del respeto a las libertades tradicionales del País Vasco, ya que bajo él se juraban los fueros desde el siglo XIV. Los sucesivos retoños de éste siguen presidiendo la jura del cargo de los diferentes lehendakaris.
Es como el haya, un árbol vecero, es decir no produce bellotas todos los años ni en la misma cantidad, de ahí el refrán “ezkur urte, elur urte” (año de bellotas, año de nieves) lo que vendría a equivaler al dicho “año de nieves año de bienes”.
El pequeño rabillo de la hoja contrasta con el largo pedúnculo del que pende la bellota. Esta característica junto con las pequeñas orejuelas o lóbulos de la base de la hoja te ayudarán a distinguir este roble de otros que también se utilizan en jardinería.
Los fértiles y profundos suelos donde se asentaban los robledales han sido el lugar elegido para los asentamientos humanos, que junto con el uso intensivo de su madera han provocado la desaparición de las grandes masas que cubrían una gran parte de Europa.