Movilidad eléctrica

El sector del transporte está lejos de cumplir los objetivos climáticos mundiales para 2030 y 2050. A pesar de los avances en la eficiencia energética, particularmente en el transporte por carretera, la demanda mundial de energía en el sector del transporte ha aumentado de manera constante durante la última década, debido, principalmente, al creciente número y tamaño de vehículos en las carreteras del mundo. El resultado ha sido un aumento global de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) del sector del transporte, incluso cuando las emisiones del transporte han disminuido en algunas regiones. El sector en su conjunto representó en 2019 casi una cuarta parte de las emisiones globales de GEI relacionadas con la energía. Incluso si se implementan todas las medidas de políticas energéticas anunciadas, se prevé que el sector del transporte aumente las emisiones de GEI en un 60% hasta 2050, en gran medida, por el incremento del transporte de mercancías. De no implantarse más medidas, se estima que el transporte por carretera, por sí solo, representará al menos el 70% de las emisiones de GEI del sector para 2050.

La demanda energética para el sector del transporte está creciendo mucho más rápido que cualquier otro, a pesar de que todavía dependa, en gran medida de los combustibles fósiles y tenga, la proporción más baja de energías renovables entre los sectores de uso final. El transporte representa casi un tercio del consumo total de energía final, pero solo el 3,7% de éste se cubrió con fuentes renovables. El transporte por carretera representa actualmente alrededor de las tres cuartas partes del uso mundial de energía para el transporte.

Se requiere un cambio rápido y fundamental en el transporte que permita la descarbonización necesaria para cumplir los objetivos del Acuerdo Climático de París, para lo cual será necesario el trabajo conjunto de actores de los sectores de la energía y el transporte.

Las energías renovables deberán jugar un papel fundamental en los sistemas de transporte del futuro. El sistema de transporte del mañana será mucho más complejo, con múltiples actores, tecnologías y vínculos directos con el sistema eléctrico. Está claro que las soluciones de energía renovable para el sector del transporte por carretera deben integrarse en un marco más amplio de acciones que también reduzcan la demanda de servicios de transporte, modifiquen la elección de modos de desplazamiento y aumenten la eficiencia de los vehículos: Evitar o reducir los desplazamientos innecesarios – impulsar modos de desplazamiento con menor intensidad de carbono – mejorar la eficiencia, la tecnología de los vehículos y los combustibles.

La descarbonización del sector con energías renovables solo será posible con políticas ambiciosas que aborden todas estas áreas y que tengan una mirada integrada a las implicaciones para el sistema energético más amplio. 

Dada la diferencia en los puntos de partida y los desafíos, las políticas y medidas variarán necesariamente entre países y para entornos urbanos y no urbanos.

Las pautas generales para la acción serían las siguientes:

• Definir una hoja de ruta a largo plazo para la descarbonización del sistema de transporte y energía.

• Mejorar la colaboración entre los sectores de la energía y el transporte, y garantizar la gobernanza multinivel para la implementación de soluciones de energía renovable.

• Adaptar los instrumentos de política para implementar eficazmente la hoja de ruta para la descarbonización del transporte

• Mejorar el conocimiento, el diálogo y la conciencia intersectorial entre las comunidades de energía renovable y transporte.

• Desarrollar herramientas para evaluar desafíos y soluciones específicos.

Un vehículo eléctrico es un vehículo de motor equipado con un grupo de propulsión de al menos un mecanismo eléctrico no periférico que funciona como convertidor de energía y está dotado de un sistema recargable de almacenamiento de energía eléctrica, que puede recargarse desde el exterior (Directiva 2014/94/EU, relativa a la implantación de una infraestructura para los combustibles alternativos).

Actualmente, existen cinco categorías de electrificación diferentes:

• Vehículo híbrido (Hybrid Electric Vehicle HEV).
• Vehículo híbrido enchufable (Plug-in Hybrid Electric Vehicle PHEV).
• Vehículo de rango extendido (Range Extended Electric Vehicle REEV).
• Vehículo eléctrico de batería (Battery Electric Vehicle BEV).
• Vehículo eléctrico de pila de combustible (Fuel Cell Electric Vehicle FCEV).

Las cuatro primeras categorías están ordenadas de menor a mayor grado de electrificación. El vehículo eléctrico de batería (BEV) es el eléctrico puro y el vehículo híbrido (HEV) el híbrido convencional sin posibilidad de conexión a la red eléctrica (híbrido no enchufable). Tanto el vehículo híbrido enchufable (PHEV) como el vehículo de rango extendido (REEV) se consideran vehículos híbridos “enchufables” ya que combinan dos combustibles externos: la gasolina y la electricidad (en proporciones diferentes). Por último, también existe la electrificación por pila de combustible (FCEV), cuyo combustible es el hidrógeno (H2). Cabe destacar que, de acuerdo a la Directiva 2014/94/EU, el vehículo híbrido no enchufable (HEV) no se considera un vehículo eléctrico.

En Euskadi circulan alrededor de 1.200 vehículos eléctricos y existen más de 80 puntos de recarga pública, de los cuales alrededor del 15% son puntos de carga rápida.

En estas páginas web puedes encontrar los puntos de recarga del vehículo eléctrico:

https://www.chargeandparking.es

https://www.electromaps.com

Los municipios que conforman la comarca de Urola Garaia cuentan con una larga trayectoria en la mejora de la movilidad peatonal, aumentando su presencia y prioridad frente a la movilidad motorizada y facilitando el tránsito mediante la mejora de la accesibilidad de sus calles. Asimismo, los ayuntamientos trabajan en la promoción del uso de la bicicleta, ampliando la red de bidegorris o vías ciclistas existente, aumentando el número de aparcamientos y diseñando campañas para fomentar su uso como medio de transporte. Todas estas actuaciones, junto con otra serie de mejoras futuras, han sido plasmadas en Planes Locales de Movilidad.

De la misma manera, las asociaciones ciclistas y el comercio vinculado de la comarca han apostado por la promoción de una movilidad más sostenible, organizando y participando de manera particular o en colaboración con las entidades públicas, en campañas de sensibilización, iniciativas con los centros escolares, itinerarios guiados y competiciones, ofertando bicicletas y patinetes eléctricos, etc.

A su vez, los Ayuntamientos siguen trabajando para mejorar y ampliar la infraestructura de transporte público municipal y su flota. Son ejemplo de ello el Junetorri en Legazpi y el Auzobusa en Urretxu. Además, los municipios de Ezkio-Itsaso disponen de dos líneas de Lurraldebus que los conecta con la comarca.

Las Entidades Locales, conocedoras de la alta utilización del vehículo privado, han apostado por la movilidad eléctrica como otra de las soluciones en pro de la descarbonización: Legazpi dispone de dos coches eléctricos para el uso de la Brigada Municipal y la Policía Local; tanto Legazpi como Urretxu, disponen de una bicicleta eléctrica a disposición de la plantilla municipal; Legazpi ofrece (Urretxu y Zumarraga prevén hacerlo) puntos de recarga públicos para coches eléctricos e híbridos en sus calles. El comercio de reparación y venta de automóviles y motos de la comarca también se ha sumado a la tendencia, ofreciendo coches y motos eléctricos a la ciudadanía.

De la mano de Gurpil Artea conoceremos las claves para convertir una bicicleta convencional en eléctrica. Casi cualquier bicicleta puede transformarse, tanto de montaña, como de ciudad o de carretera. Instalando un kit compuesto por una batería, un motor, unos sensores y una pantalla, ¡puedes electrificar tu bicicleta!