David
Perez
GoiEner Elkartea
Cooperativa de generación y consumo de energías renovables
La cooperativa se constituyó en 2012 con el objetivo de producir energía a partir de fuentes renovables, pero debido al marco legal vigente, se priorizó la puesta en marcha de una cooperativa de consumo. Posteriormente se activó el «nafarkoop» como cooperativa de producción de energía y el «goiener social» en 2018, asumiendo los valores de la economía alternativa y solidaria.
¿Cuándo comenzó Goiener a trabajar el ámbito de la movilidad sostenible?
Hace 5 años, en las jornadas de voluntariado de Goiener, salió a colación el tema de la movilidad sostenible. Las personas que nos juntamos en dichas jornadas (conocedores del carsharing social, gente de Ibilkari, convencidos de la bicicleta como medio de transporte sostenible, …) teníamos inquietudes sobre movilidad sostenible, en concreto sobre el coche eléctrico, y pensamos que en Goiener podíamos crear un grupo de trabajo sobre el tema.
¿Qué ofrece la cooperativa a la población, en general?
A cualquier persona o entidad interesada (instituciones, empresas, etc.) se le da una visión global sobre el tema para, de manera conjunta, buscar un beneficio integral en torno a la movilidad sostenible. Asimismo, Goiener ofrece el apoyo y asesoramiento sobre el mejor sistema a implantar dirigida a personas o entidades que quieren poner en marcha un sistema de electromovilidad, si realmente es necesario instalar puntos de carga o no, etc. Desde nuestro punto de vista, el primer paso que deberían dar es reflexionar en torno a lo que se quiere y si realmente esa iniciativa se quiere desarrollar. Quizás haya que analizar si hay otras opciones más razonables, económicas y sostenibles.
Goiener también asesora al sector empresarial en diferentes áreas, tales como: gestión del parking, maneras de impulsar la movilidad ciclista al trabajo, análisis del uso en modo renting de los vehículos de empresa, etc.
¿Cuáles son los principales retos de nuestro territorio en relación a la movilidad eléctrica?
Hoy en día hay una descoordinación brutal entre todos los agentes vinculados a la movilidad. El gran reto consiste en diseñar una estrategia holística que incluya todos los aspectos y agentes relacionados con la movilidad, sin superponer a uno sobre otro. Una estrategia de movilidad debe servir para anexionar el mundo rural con la ciudad, que atienda a todas las clases sociales, y que dé respuesta tanto a empresas como a organismos sin ánimo de lucro. La Fundación Mubil creada por la Diputación Foral de Gipuzkoa puede ser espacio adecuado para que todos los agentes trabajemos de manera conjunta. ¿Qué puede aportar Goiener en este sentido? Colaborar con el conjunto de profesionales de la cooperativa que poseen conocimiento en la materia, compartir la información de que dispone con las personas interesadas. Como agente imparcial, Goiener puede ser el elemento de unión en esta nueva dirección.
¿Además de los puntos de recarga públicos a pie de calle, el futuro viene de la mano de los puntos de recarga en el propio hogar y en los centros de trabajo, o todavía queda mucho recorrido para estos últimos?
Ha sido al revés. Las personas ya han puesto puntos de recarga en viviendas y locales particulares. Las entidades públicas van con retraso en la instalación de electrolineras en la vía pública. Parece que ahora está de moda y todas las entidades quieren instalar puntos de carga. Pero la reflexión ha de ser otra: ¿realmente son necesarias estas instalaciones? ¿Hay masa crítica suficiente como para invertir en ello? Desde Goiener apoyamos el vehículo eléctrico, pero si va unido a la innovación, a compartir recursos, etc. Quizás no sea necesario un punto de carga si en mi vecindario funciona bien el compartir vehículo. Desde Goiener defendemos el modelo de compartir vehículo, no compartir trayectos.
La Directiva 2018/2001, de 11 de diciembre de 2018, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, consolida el derecho al autoconsumo de las personas consumidoras y destaca la figura de las “comunidades de energías renovables” formadas por particulares, ayuntamientos y otros agentes que se asocian para conseguir beneficios económicos, ambientales y sociales. ¿Cuál es el lugar que ocupa la movilidad eléctrica en las “comunidades de energías renovables”?
Hay dos cuestiones: la primera es entender el coche eléctrico como un aparato que consume energía. La segunda, y el futuro va en ese camino, es ver el coche eléctrico no como consumidor de energía sino como una pila o batería, que sirva para generar y compartir la energía excedente, que funcione como herramienta colaborativa. Las nuevas tendencias hacen del coche eléctrico un contenedor de energía, una batería extra que trabaje las 24 horas del día dando un servicio colaborativo. El modelo Sion del grupo Sono Motors fabrica este tipo de vehículos sociales.
¿Cómo ve la movilidad y la manera de desplazarnos en 2050?
Claramente se basará en un mix energético. Los pequeños recorridos se cubrirán con vehículos eléctricos, mientras que los recorridos más largos se realizarán en transporte público mucho más eficiente y mediante vehículos privados con pila de hidrógeno sólida. Además, la manera de viajar va a variar bastante. Hoy en día con la COVID19 se ha puesto sobre la mesa que el teletrabajo es viable, o que podemos vernos con familiares y amigos/as o hacer reuniones de trabajo por videoconferencia, sin necesidad de recorrer grandes distancias para ello. Evidentemente, aún harán falta combustibles fósiles para los barcos, maquinaria de obra y similares, pero el consumo será mucho menor. En Goiener nos gusta imaginar el futuro con un menor parque de vehículos privados, más espacios para la ciudadanía y un territorio más cohesionado, con múltiples formas de movilidad, en la que juegan un papel importante las colectivas, colaborativas y compartidas.